Para lograr y aprobar la ley se utilizan las estrategias de las asambleas o de las comisiones de expertos. Para su aplicación se recurre a la experiencia, a la voluntad y a la buena fe de las autoridades y personal que las van aplicar. Mientras tanto todo ha marchado igual. Desde las reuniones del CNU y los Consejos Universitarios, hasta las paralizaciones por presupuesto o transporte estudiantil. Sea una nueva ley o proyecto global o particular de cambio, el gran problema ha sido siempre el hecho que no se ha monitoreado el cambio, y no se ha hecho porque no se ha discutido a fondo el papel estratégico que ejerce la gerencia en esos procesos. Pasan equipos rectorales con o sin experiencia en materia académica. Todo queda en curso y muchas veces no se le da continuidad al cambio.
La ausencia de gerencia ha generado un cementerio de proyectos y de frustraciones que hace pensar que la universidad nuestra está condenada a fracasar. No es que la universidad no avanza porque se introducen los partidos o los gremios. O porque la dirige la izquierda o la derecha. No avanza porque falta instaurar un sistema orgánico de administración y gerencia académica. En un estudio demostré que el 87 % de los directivos no estaban capacitados para gerenciar la universidad a pesar de tener un rango académico elevado. Desde 1990 en LUZ desarrollamos el programa de gerencia académica. Con el respaldo de un texto que lleva tres ediciones en castellano y una en inglés: HOLOGERENCIA ACADÉMICA.(2004). 3ra edición. Maracaibo, Editorial de la Universidad del Zulia, donde señalo, luego de hacer un diagnóstico de toda la organización algunos principios y prácticas para el cambio universitario, como los siguientes:
1- No es la gerencia lo que determina la organización sino que es la naturaleza de la organización la que determina la gerencia. Este principio hizo que los 120 profesores que formé y los 15 facilitadores entendieran que lo primero es la academia, y sobre esto la aplicación de tecnologías, como la gerencial para poder viabilizar los planes de docencia, investigación y de extensión. Al principio hubo resistencia en cuanto a la gerencia, sobre todo por el carácter pedagógico predominante. Se creía que la pedagogía es la única vía para conducir la educación, cuando el problema era interdisciplinario.
2- Se busca una integración más no una fusión entre gobierno, comercio, industria y comunidad. Este principio fue una reacción al enclaustramiento de las universidades y su aislamiento contextual. La autonomía se entendía como autarquía y que bastaba cumplir con sus fines para poder tener una posición dentro de la sociedad.
3-La gerencia mantiene un equilibrio entre la tradición académica y lo nuevo, entre reforma y transformación, entre innovación y cambio. Este principio nace para diferenciar entre el proyecto de transformación y el método de cambio institucional. Ya se sabe que todo proyecto nuevo trae resistencia al cambio. Empleando la propuesta de DESARROLLO ORGANIZACIONAL se busca considerar que es lo que en la actualidad se puede considerar, o cuanto va a durar mientras que se introducen los cambios de forma y estructura.
4- todo cambio debe significar un reaprendizaje organizacional hasta conformar una nueva cultura y dado poco a poco. Esto se tiene que acompañar de cursos de formación para el cambio organizacional. Desde cursos de sensibilización el cambio, hasta cursos de actualización o reciclaje del personal tanto en las áreas de las especializaciones como del curriculum.
5- un cambio a favor de los estudiantes debe favorecer en la misma medida a los profesores y demás miembros de la comunidad. El cambio debe ser integral donde se involucren todos los actores. Ganar ganar para todos. Beneficiar a todos.
6-Que todo cambio garantiza la estabilidad del personal universitario. Uno de los miedos para el cambio es que el personal cree que lo van a botar. Entonces es necesario decretar la estabilidad.
Todo lo anterior se logra negociando, estableciendo tiempos, acuerdos aquí y allá, sin paralizar los planes en marcha. Como Sociólogo no condeno la presencia de los partidos y grupos políticos. Lo que critico es la falta de visión que estos factores han tenido en los últimos treinta años. Encerrados solo para mantenerse en el poder. Gozando de privilegios. Excluyendo al perdedor del mando. Ganando elecciones pero abandonando a sus representantes, bien como rector o jefe de departamento. Y lo que propongo es entonces un diálogo entre política y academia. Acordar los cambios, llamar a la participación y garantizar el cambio.
David Moreno
17812731
CRF
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